"Ahora, bien. Puedo estar haciendo un resumen del libro para obtener una nota, pero mierda, tengo que salir con una chica que no se su nombre que huele a gota de mermelada en un pan de agua mojado en un vaso lleno de líquido de cedrón, así que Don´t bother me know Gotta get back home"
Ese soy yo en versión Sven. A lo largo de todo el libro, Pink trip Tomate y Sven son los que se dedican a narrar la historia, y sus puntos de vista (sin que ninguno tenga idea alguna de lo que dice el otro) resultan ser similares e igualmente esenciales para captar la historia bien rara pero genial que toma lugar esta lectura.
Ahora, como ya se ha discutido, las drogas, el sexo, el alcohol y la delincuencia parecen ser geniales dentro de la vida. Sólo disfruta, gana dinero, emborráchate y ten sexo con una chica guapísima en la playa hasta que aguantes. Sin embargo, ese no es el punto por lo que analizo el texto hoy.
La genialidad de Chaparro en este libro, desde el mero comienzo, está en el título. Desde aquí ya se sabe que el libro se tratará de tipos o tipas descabelladas que hacen pendejadas impulsadas por las drogas, sin embargo, nos topamos con un contexto mucho más original y grandioso: los personajes no son los descabellados…. Sino EL TEXTO EN SI, la historia o incluso las voces narrativas. Un yo que habla de un el que luego ese el termina siendo un yo cruzándose con personajes dándose entre sí unas conexiones a duras penas notable a lo largo de la historia. Ahora, ¿Esto a qué conduce? Pues a que el tiempo se jode, y que los acontecimientos se contradicen ("Muere" y luego vive… Desaparece, y luego asoma vivo sin saber como). Con respecto a eso, ya podemos deducir que la historia empieza en un determinado cierto de tiempo, sigue en otro completamente distinto (no se sabe si sucedió antes o después) y se pasa a la historia de otro que se entrelaza de cierta manera con el primero.
A estas características ya novedosas vanguardistas se ven en muchos libros, pero lo que hace único a Opio en las nubes es las voces narrativas. El autor juega con la imaginación del lector y el título en si para producir un gato que habla, es malpensado y tiene una concepción genial del mundo rockero al que le encantan los tomates y provoca una sensación diferente al que sentimos nosotros cuando vemos algo así. Es extraño, pero se nota que es original. Simple, pero demasiado poderoso. ¡¡¡Qué excelente receta dio Chaparro para cocinar una historia sabrosa con lo que ahora son ingredientes que saben feo!!!
Hecho en su totalidad por: Bryan Proaño 06 – 04 – 2008
domingo, 18 de mayo de 2008
PINK TOMATE Y SVEN: LOS DE LA BUENA VIDA
Publicado por Bloggers en 9:11
Etiquetas: Bryan Proaño.
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