Quito a 17 de Febrero de 2008
Brujerías parte 2
Este cuento es bastante interesante, dentro de lo que es propiamente de Pablo Palacio. Digo esto porque se nota claramente una distinción entre los textos de Pablo Palacio y otros escritores los cuales no plantean historias de la misma forma como lo hace este.
Por ejemplo citaré como protagonista al viejo hechicero el cual hace que la historia se desenvuelva y pone un final bastante inesperado. Este viejo celador y cruel, no opta por asesinar mortalmente a sus víctimas, sino que las escarmienta convirtiéndolas en el animal que por excelencia simboliza en Quito y en otras partes del mundo a la infidelidad y la traición carnal. Se trata del perro, que desde esos tiempos ha sido adoptado como símbolo de esta situación indecorosa. Es lo que Pablo Palacio parodia en su texto, lo denuncia así como a la sífilis, temas objetados como tabú en la época.
Es una manera muy sarcástica de terminar un cuento y un tanto original, pero bien hecha porque el título alude al concepto de hechicería. Por otro lado también se nota la extrañeza de la trama al agregar al final una sugerencia que poco aporta a la historia y de la que no se sabe razón ni circunstancia, el por qué aparecen las palabras de “Quién encendió las luces, será que se han metido los ladrones” o algo por el estilo. El caso es que me pareció chévere esta situación y no me hace falta averiguar la causa o el motivo del por qué su estar al final del texto.
A cerca del espacio, creo que se encuentra en un espacio lúgubre, macabro, algo como a escondidas, lujurioso… lo catalogo de oscuro, porque ni los dos puercos amantes sabían de los quehaceres del hechicero, ni en un principio este se hubiese imaginado de semejante premio otorgado por su mujer. Espero no estar errando.
En fin, es todo lo que puedo comentar del texto.
Luis Encalada.
martes, 19 de febrero de 2008
Brujerías parte 2
Publicado por Bloggers en 14:14
Etiquetas: Luis Encalada.
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