Luz Lateral y, Doble y única mujer.
Trata de personajes raros: un demente y un monstruo doble. El primero intenta justificarse así mismo con una enfermedad –está pagando su locura con el padecimiento- y el segundo una mujer con dualidad corporal.
El personaje de Luz Lateral se presenta intentando justificarse como ya hemos dicho, se alejó de su esposa porque ya no la soportaba. Él intenta explicar su reacción narrándole problema de su mujer. Su temperamento es muy variado, está sereno, luego se enfurece y termina por tranquilizarse. Le cuenta al lector como empezó su amor por Amelia, cuando se casaron, la describe, y termina por contar su manía por decir ¡claro! En cada frase que sale de su boca. Está practicando constantemente un monólogo interior.
Luego cuenta el padecimiento de sífilis que lo aqueja. Pero la narración no es totalmente lineal porque el protagonista está totalmente demente y no puede narrar a cabalidad la historia. Termina por acusar a Amelia como la causante se su enfermedad. Antes la había descrito muy blanca, luego mencionó varias veces a la treponema pálida; existe cierta relación entre ambas cosas. Él acusa inconscientemente a Amelia de haberle contagiado la enfermedad. Acusa directamente a Paula de haberle contagiado la enfermedad, pues había pasado con ella "unos diez días". Dice por último que abandonó su hogar por la manía de Amelia de decir esa palabreja: ¡claro! El relato es totalmente ambiguo, existen elementos que hacen perder al lector como el cacharro roto, el cual nunca se describe. Por esas razones el lector es importantísimo, pues es el único que puede descifrar el misterio contenido en el cuento. La infidelidad de Amelia es reveladora, el protagonista en estado de maniático no acepta eso y termina por decir que se separó de ella por el ¡claro!. Cuento cien por cien confuso que si no se lo lee detenidamente sólo entenderemos el amor de nuestro protagonista "loco".
La doble y única mujer es otro cuento que confunde al lector. No es totalmente literal. En realidad el personaje defiende su unicidad, pero la representa mediante las perspectivas ella tiene del mundo y sus pasiones. El rechazo de parte de la sociedad es evidente. Cuando se acerca a los niños y a los hombres, éstos le marginan. Se supone por su duplicidad corporal. Sin embargo, ella hace evidente que se siente una sola; esa es la esencia del cuento. La perspectiva de narración es doble, yo-primera y yo-segunda. Esta característica es única en Un hombre muerto a puntapiés la narración aparentemente objetivo, pero que encierra un doble sentido.
Publicada por : Gabriel Fiallos¡¡¡¡
miércoles, 27 de febrero de 2008
Luz Lateral y, Doble y única mujer.
Publicado por Bloggers en 19:08
Etiquetas: Gabriel Fiallos
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